Por Héctor Hernández
"La gente tiene derecho a manifestarse en redes sociales, creo que la verdadera afición americanista lo que quiere es que el equipo levante la 14* (SIC), no creo que le interese quién es el presidente o el director técnico o quiénes son los jugadores que nos representan dentro de la cancha. La verdadera afición americanista quiere títulos y en eso estamos enfocados hoy en día y seguiremos así por el objetivo principal.”
Si usted, querido amigo, piensa que esa hermosa y célebre declaración salió de la boca de algún integrante de una Barra americanista, de algún asistente frecuente a la platea del Estadio Azteca, a un personaje que con su Membresía Azulcrema tiene su asiento designado en el Coloso de Santa Úrsula o de un recalcitrante aficionado de sillón del Club América, de esos que jamás se pierde un partido… pues está equivocado.
El tal vez -quítele el ‘tal vez’- el más cuestionado presidente americanista en los últimos 70 años, Santiago Baños Reynaud le puso otra rayita más al tigre en una desafortunadísima rueda de prensa, por motivo de la presentación de los nuevos jugadores (no refuerzos, eso se verá al final de temporada) del equipo de Coapa.
Aquí no pretendo medir la competencia o incompetencia de Baños en sus funciones como la persona que toma la decisión (aparentemente) en los temas financieros, operativos y administrativos, mucho menos en los deportivos del equipo.
Hablaré de lo visto y vivido. No recuerdo jamás haber escuchado a don Guillermo Cañedo de la Bárcena, Emilio Diez Barroso, Pablo Cañedo, Alejandro Orvañanos, Raúl Quintana, Javier Pérez Teuffer, Guillermo Cañedo White, Michel Bauer o a Ricardo Peláez cuestionar a la afición, catalogarla y descalificarla como el hijastro de Othón Vélez, - quien fuera brazo derecho de don Emilio Azcárraga Milmo en Televisa- lo hizo ésta mañana.
Evidentemente el hombre trae la presión a tope, hasta arriba. Ser presidente del América no es fácil, y menos en estas épocas que donde se conjugan dos elementos importantes que juegan en su contra: las Redes Sociales y los pocos éxitos deportivos –por no decir nulos- del equipo en tiempos recientes.
Solo Baños y quién lo puso ahí sabrá por qué lo pusieron ahí. Pero ya estando donde está, no debe únicamente tratar de hacer bien el trabajo, sino debe saber coordinar boca y cerebro antes de emitir una triste opinión públicamente.
NO puede salir a decir NADA DE LA GENTE que es la que le da de comer a él y a todo lo que representa el Club América. Sin afición, NO EXISTIRÍA el Club América, y los aficionados tienen todo el derecho en estar enfadados con lo que parece una gestión que no va de la mano con los resultados que éste hermoso e histórico club demanda.
Las Redes Sociales llegaron para quedarse, y todos estamos en la mira, y Santiago Baños más. En su contra juega el hecho de que él es americanista reciente y por necesidad, porque es su trabajo. La afición es americanista por gusto propio y desde siempre.
Entonces alguien que NO ES UN VERDADERO AMERICANISTA, -genuino, pues- está totalmente desacreditado para venir y dárselas de mártir e intentar hacer diferencia entre la afición. Como él mismo lo dijo hoy, ya el tiempo dirá como se catalogará su función. Pero una cosa es un hecho, siempre será recordado como el Presidente, que sin ser americanista de nacimiento, polarizó a la afición en su contra, por ‘x’ o ‘y’ razones.
Todos queremos que el América sea campeón, aunque eso implique que Baños siga y siga en el puesto muchos años más. ¡Pero que sea campeón!, y mientras tanto, que siga rodando el balón... ¡hasta la próxima!
*Club América, 17 veces campeón de liga en la historia del torneo organizado de futbol en México.
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